VASQUEZ BEVERAGGI, ZORAIDA / Escritor
Cuento infantil ilustrado
El mundo ya estaba creado, pero aún faltaban muchos seres inteligentes que lo habitasen.Prometeo, hijo de un titán destronado por Zeús (Júpiter en la mitología romana), los amasó con barro y lágrimas. Primero les dió vida y luego una diosa los dotó de inteligencia; sin embargo, todavía carecían de un elemento fundamental: el fuego, propiedad exclusiva de los dioses.Prometeo robó el fuego divino con el que los seres humanos pudieron irradiar luz, calentarse y cocer sus alimentos, entre otras cosas.Por su irreverencia, Prometeo fue condenado a una eterna tortura: amarrado a la cima de un monte, un águila le comería las entrañas, que nunca dejarían de renegarse. Felizmente, Hércules lo salvó de tan terrible destino.